La violencia vicaria
¿Qué es la violencia vicaria?
En primer lugar, debemos definir este término ya que es un tipo de violencia muy poco conocido. La RAE ofrece la siguiente definición al término “vicario”: (Adj.) “Que tiene las veces, poder y facultades de otra persona o la sustituye.”
Según la licenciada en psicología y especialista en violencia e infancia, Sonia Vaccaro; la definición al término de la “violencia vicaria” es: aquella violencia que se ejerce sobre los menores (violencia secundaria), para hacerle daño a la mujer (víctima principal). Es decir, en este caso el agresor lo que pretende es causarle el daño más extremo a la mujer (para tener la seguridad de que no se va a recuperar); y va a infligir dicho daño mediante los hijos.
Este tipo de violencia produce secuelas dobles. Ya que, por un lado, la sufren las mujeres que son víctimas de los malos tratos (físicos, psicológicos, sexuales, etcétera). Y, por otro lado, la sufren los menores, bien como víctima directa (sufren también los malos tratos en su propia persona); o bien como víctima indirecta (conviven y crecen en un entorno en el cual predominan los malos tratos y los niños son testigos de ellos).
El objetivo perseguido por el agresor en este caso es instrumentalizar a los menores –aprovechándose de su vulnerabilidad– para así ejercer sobre la víctima un continuo maltrato psicológico, mediante el cual –debido al miedo generado en la víctima- (con amenazas del tipo: “te voy a quitar lo que más quieres”, “te van a odiar”), se impedirá que ésta busque ayuda o interponga denuncia, o ponga fin a la relación, por ejemplo.
Así mismo hay que destacar que en muchas ocasiones, estos casos pueden incluso derivar en la muerte de los menores; y son mucho más frecuentes de lo que podemos imaginar. Sin embargo, la violencia vicaria no ha contado con la visibilidad que amerita. Es decir, éste fenómeno se ha ido expandiendo a lo largo de los años y se ha cobrado un elevado número de víctimas en los últimos años. Hasta el punto de convertirse en un tema bastante actual.
Sin embargo, no es hasta el año 2013 cuando se aprueba la Estrategia Nacional para la Erradicación de la violencia de género (2013-2016), cuyo uno de sus objetivos generales se centra en la atención a los menores vulnerables de la violencia de género y expone lo siguiente: “(…) los menores pueden ser utilizados como instrumento de violencia y dominio sobre la mujer, y su exposición coadyuva a perpetuar la transmisión intergeneracional de la violencia. (…)”[1]
No obstante, no es hasta el año 2015 cuando entra en vigor la Ley Orgánica 4/2015 de 27 de abril, del Estatuto de la Víctima del Delito, cuando los menores pasan a ser considerados víctimas directas de violencia. Es decir, los hijos que conviven y se desarrollan en un entorno de violencia de género, también son reconocidos como víctimas de ésta. Puesto que viven y están expuestos a las consecuencias de las agresiones físicas, psicológicas o sexuales que sufren sus madres por parte del maltratador.
Por último, se debe destacar que el concepto de “violencia vicaria” se incluye como tal, en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en el año 2017. En éste se recoge que las mujeres cuyos hijos han sido asesinados, automáticamente pasan a considerarse víctimas de violencia de género. Sin embargo, no es hasta el año 2019 cuando se condena por primera vez en España, a dos hombres por atentar contra la vida de sus hijos (violencia vicaria) con la intención de causar daño extremo a la madre de los menores. Uno de éstos casos tuvo lugar en A Coruña (Gerónimo 11 años)[2]; y, el otro, tuvo lugar en Castellón (Nerea y Martina 2 y 6 años)[3].
[1] Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. Plan de actuación. Estrategia Nacional para la Erradicación de Violencia contra la Mujer (2013-2016). Ministerio de Igualdad. Pág.105. Disponible en https://violenciagenero.igualdad.gob.es/planActuacion/estrategiaNacional/docs/EstrategiaNacionalCastellano.pdf
[2] Caso Gerónimo (A coruña). Disponible en: https://www.elespanol.com/espana/20170509/214728616_0.html
[3] Caso Nerea y Martina (Castellón). Disponible en: https://www.elespanol.com/espana/20170509/214728616_0.html
